AUTÉNTICAMENTE DEL MONTÓN

«Sense sentiment no xuclem res»… esta es la máxima a la que llegamos Esther y yo el jueves de cumpleaños postizo. Y mira que lo repetí veces mientras arrastraba un carricoche de juguete que, por cierto, permanece todavía en la entrada. Es una de mis teorias sobre la vida. Y es que ultimamente tengo muchas teorias porque ultimamente bebo mucho. Ya me lo dijo Alicia: «tu es que cuando bebes te pones filosófica». No nena, cuando bebo es que doy asquito. Por lo menos de un tiempo a esta parte.

El viernes estaba en mini-crisis. A veces me ocurre, pero por lo menos una mini-crisis no es lo mismo que una CRISIS… esto es mucho peor y virgencita que me quede como estoy. Porque estoy bien y ya no me acordaba que estas crisis pequeñitas son parte de mi forma de ser, parte de la chica tan del montón que soy. En realidad me duran bastante poco y me rio mucho con ellas sobretodo cuando las exteriorizo. Bien, pues el viernes tuve una crisis de identidad (Nº1) acompañada de una crisis sexual (Nº2). El sábado se sumó una crisis urbana (Nº3). Pero como el niño harajuku vino a visitarme pues se me pasó. Eso me hace preguntarme qué voy a hacer el año que viene con mis crisis ¿a quién se las voy a contar? A quien haya, claro, que yo soy muy rallante pero… ¿en francés? ¿será lo mismo? ¿sobreviviré? No, no será lo mismo y sí, sobreviviré. Y como dice él, pasamos un dia perfecto en Valencia como las dos chicas del montón que siempre seremos, ya estés en Helsinki o en Lyon.

Y mira que nos pusimos guapos, dispuestos a hacer nuestra la escena valenciana ahora que nuestra carrera como DJs empieza a despegar (jeje). Pero hay que decir que la escena nos la bebimos ambos dos en forma de botella de vodka. Pero qué del montón. En copas (quiero resaltar lo de copas… nada de vasos) de plástico y entre la basura… sin amigos jaja. Meamos entre la basura, dialogamos, bebimos, reimos también entre la basura. Y lloramos entre la basura. Creo que necesitábamos hacer todo eso (juntos), quizá en un marco un poco menos apestoso pero igual nos sirve, no? Me desperté en la cama de Esther medio en bolas con la puerta abierta y la luz encendida queriéndome morir. Ya no somos tan jóvenes. 

El domingo estuve inmersa en una crisis etílica (Nº4). En estado cataléptico más bien. Acabé, como no, viendo una película de acoso a la intimidad (esta vez no en Antena 3), que ultimamente soy fan. Por la noche llegó la erasmusita a casa después de su viaje a Granada, también cataléptica perdida… vaya, no soy la única. «España es preciosa», me dijo. Y se fue a dormir. A la mañana siguiente le confesé mis problemas alcohólicos mientras me prometía a mi misma no beber más. «¿Para siempre?»… ja! Yo no prometo cosas imposibles.

Vengo intentando desde hace mucho dejar de morderme las unñas con el unico objetivo de pintármelas de colores. Sin resultados positivos. Voy a ponerlo aquí a ver si me autoconvenzo. Empieza el Dia1 de la operación PonUnPocoDeColorEnTusUñas. Que sí, que lo voy a conseguir.

P.D. El otro dia soñé en francés. Jop, mola! Y le puse comida y bebida a Màxim/Jennifer… después de soplarle. Le he soplado infinidad de veces pero nunca le había puesto de comer.

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