Esto es la guerra chicos.
No quiero ser alarmista ni alarmar a nadie porque tampoco soy un medio de comunicación de masas y por tanto no tengo intereses especiales que me lleven a dar carnaza. Pero mira, un día me pongo seria y me aventuro a hacer una crónica… que claro, tampoco se muy bien cómo se hace porque creo recordar que Remei no aceptaba mis crónicas como tales, sino como letras que formaban palabras, palabras que formaban frases y frases que formaban Mierda. Así que lo haré a mi manera de reportera dicharachera (¿quién de vosotros ha leído una crónica que empiece con un pareado? Esto es calidad, chicos… decídselo a Polanco que tiene que rellenar plantilla).
Supongo que todo el mundo ha visto la tele. Y seguro que ha oído hablar de gente muy enfadada que quema muchos coches en Paris. Vale, pues os enterasteis antes que yo. No, no tengo tele ni leo el 20 Minutos en el tranvía ¿qué pasa? Encontré mis fuentes documentales en Pascal, mi profesor de francés. Resulta que todo se remonta 20 años atrás, cuando el boom de la inmigración estaba en pleno apogeo y empezaron a formarse guetos en las grandes ciudades. Todos los franceses de estas zonas periféricas recién repobladas empezaron a huir, no se les fuera a pegar algo de los chinos, árabes o latinoamericanos, vaya. Por lo tanto, cada vez más, se expandían los barrios de obreros exclusivamente, como en los mejores tiempos de la Revolución Industrial, sin comercios, sin ocio, sin nada. Con marginalidad, mafias y grupos violentos.
Este problema contenido estalla cuando interviene el Ministro del Interior y, todo delicadeza, se le ocurre decir que va a limpiar Francia de esta plaga con (atención a la bonita metáfora) una aspiradora. Y claro, si te insultan te enfadas. Más que nada porque algo de responsabilidad en todo esto deberían asumir ¿no? A ver, toda esta información la podrías haber leído mil veces mejor en El Pais… o en La Razón incluso, pero para una vez que estoy en el corazón de la noticia déjame que practique ese oficio que nunca ejerceré (de manera remunerada).
El caso es que yo salgo de mi clase de Historia del Cine Italiano más feliz que una alcachofa (Rosa dixit) con la ilusión de hacerle una tortilla a Quentin cuando llegase a casa. Hasta entonces yo era una ingenua Erasmus con abrigo rosa que algo había escuchado de coches quemados y cócteles molotov en buses y tranvías. Nos habían avisado de que, por cuestiones de seguridad, los transportes irían en detrimento a partir de las 6 hasta cesar a las 7. Bueno, pues eran las 6 y un minuto… pues nada, no habían tranvías hacía la ciudad. Ni metros ni mierdas. Muy bonito ¿acaso sabes dónde está mi Universidad? En la montaña por lo menos. Lejos, de noche, lloviendo, sin posibilidad de volver a casa a no ser que caminase mil horas. La gente se enfada y grita, bloquea las vías hasta parar cinco tranvías seguidos, la policía interviene, me llegan noticias de que han quemado un coche en la universidad.
De nuevo me vienen visiones del Apocalipsis.
Menos mal que me hice amiga de una chica con paraguas y abrigo rojo llamada Sorianne y juntas caminamos, hicimos autostop (por segunda vez en mi vida) y llamamos a mi amigo Gui para que viniese a rescatarnos, no en un blanco corcel, sino en su Opel azul. Ya calentitas en el coche, y para no olvidarnos de que éramos parte de un trocito de la historia francesa, conducimos la conversación por derroteros culturetas.
No era cuestión de hablar de secadores en una noche como esa. Si te pones, te pones.
Pero si hasta hay toque de queda, cosa que no le he dicho a mi madre (que me llama para decirme que no salga a la calle) y cosa que, por supuesto, nadie cumple por ser la tontería más grande. Date cuenta que vivo en el barrio con Hassan, pero oye, más tranquilo que nada. El único problema es la profesora de árabe de Rosa, que es de la Intifada.com .
Yo te voy a decir el verdadero problema de Francia: lo que de verdad es preocupante es que en clase de El Arte de la Puesta en Escena suene de lejos LauraPausini, lo es también que en el examen de Cine Italiano pongan Bebe a toda leche en la clase de al lado. Que en la fiesta del Beaujolais (también llamada fiesta del vino) se atrevan a poner la música de El Exorcista – DirtyDancing -JesucristoSuperstar – LaBomba – Raul y SueñoSuBoca … todo seguidito.
Dios mio, he vuelto a frivolizar. Pero es que de verdad me preocupa.