Nenes que me he ido de viaje y he vuelto. Il a été un petit voyage. Si, si, petit pero necesario. Porque para que te voy a engañar, estoy viviendo mi fase Sarah-Jessica con todas las de la ley, que es una fase difícil y grata a la vez. Y Lyon me está regalando muchas cosas. Me regala resacas de sol. Tardes de luz. Mañanas de viento mientras cruzo el puente. Me regala lluvia aislada que lo único que consigue es mojar las hojas caducas que se caen de los árboles, hasta dejarlas pegadas en el suelo, como si estuviesen dibujadas. Es una ciudad extraña que a veces sientes distante. Lyon es bastante Señora, pero creo que le caigo bien. Sin embargo no invita a la tranquilidad. En Estrasburgo encontré un poco de la paz que buscaba mientras caminábamos por calles desiertas, abrigadas y con el pelo estufado por la humedad. Estrasburgo huele a invierno. Hay gente a la que le gustan las ciudades con río, a mi me gustan las que tienen carrusel. Como Lyon también. La catedral, una de las cosas más impresionantes que he visto en mi vida. Y ha sido en este petit voyage cuando decidimos el nombre de nuestros hijos, quizá los posibles padres y quizá los posibles matrimonios. Cada vez queremos casarnos con más gente. Y fuimos pobres, muy pobres. El Mango de Estrasburgo es todo glamour, pero el mercado, oye, lo están dando lo están regalando. Ni con esas. ¿Y que pasó con mi flequillo? Que durante cuatro días no existió porque me dejé el secador en casa. Y el secador es una prolongación de mi personalidad. Mamapato sin secador es otra cosa, es un ser inmundo. Tampoco teníamos toallas, se nos olvidaron porque el día de antes estuvimos hasta tarde en una barbacoa en casa de la abuela de Alex. Creía que el SentimientoSoviético se había acabado para siempre. Pues no, volví a tener una de mis regresiones a la peor Rusia stalinista. Alex tiene una abuela guay con una casa aún más guay. Se que nadie me apoya en mi juicio estético pero la casa es de las mejores que he visto en mucho tiempo. Es el parque de atracciones del decorador de interiores. Rococó-Taxidermista. Vale que los pájaros disecados son un poco estilo Neo Norman Bates, pero el papel de las paredes hacía juego con mi abrigo. Y qué me gusta a mí el imaginario católico, nene. Y no se adónde quería llegar yo con todo esto, quizá a remarcar la personalidad de este chico que una vez vino a casa y nos trajo flores. Si quieres te pongo en situación: – Hola Alex, qué tal (En realidad en Francia se habla francés pero no quiero ser como Lucía Etxevarría, que no traduce con mísero pie de página sus citas culturetas en inglés… cosa que me parece bastante lamentable. Aprovecho este espacio para denunciarlo. Ya está). -Hola, tu eres Diana. Te has muerto y ahora has resucitado. Yo soy Bradito y ella (Rosa) es Bene XVI, el Papa. ¿Por qué digo todo esto? Pues no se porque no tiene ninguna relación con nada. Solo un último apunte: no hay nada más triste que bailar bajo la lluvia una bachata, frente al Parlamento Europeo. No habría nada más triste si no lo supiésemos llevar con la dignidad con lo que lo llevamos todo. En una plaza, comiéndome el peor bocadillo de la historia y con los pies en principio de crionización, me sentí tan afortunada…
VICTOR O VICTORIA
Astrud o Astrid
Entre unas cosas y otras recibi una grata visita. Recibi uno de los cuatro dias mas felices de mi vida que restaran para siempre en mi personal Olimpo de los buenos momentos. Solo comparable… con pocas cosas. Me alegro de haber promobido el Vicio en mi querida amiga Glo.
Luego me deprimi. Bastante, por eso no dije nada. Pero ahora ya estoy bien. Muy bien. Requetebien. Aunque entre unas cosas y otras he cogido el tranvia para ir a mi Universidad de la Montanya y he visto una cosa. Escrito sobre el vaho manyanero del cristal de una de las paradas habias puesto tu nombre bien grande. Bueno, a lo mejor no fuiste tu. Pero parece que hay alguien por aqui que no quiere que te olvide. Emocionada me hayo.
Eso, que entre unas cosas y otras me estoy autodestruyendo, y a nada de aplicarme una buena racion de disciplina alemana. Vodka del LeadrerPrice, 6 ebros.
Y ahora resulta que Astrid, la sueca, es bisexual y me encierra en el aseo para decirme que es muy sexual. Chica viciosa… Y no veas como estan las suecas. Como regaderas. Y los franceses? Como regaderas tambien.
Y yo me pongo mi chapa de Astrud y todo el mundo dice Astrid, Astrid! No conyo… Astrud! Y que conste que yo la amo, siempre desde un punto de vista bastante alejado de la bisexualidad. Dios mio, de la sexualidad incluso. Astrid, tu no llegas a Febrero.
Ah, pero yo queria agradecerles a Glo y a Maria su inestimable visita y me he liado, como siempre. Robé otro libro en el SmokingDog, creo que una novelucha erotica. Y canté con Jorge de Hamburgo «Entre dos tierras» de Héroes (inaudito). Fui a una de esas locas fiestas americanas pero a la francesa y con las Spice de fondo. Y a un burdel donde bailamos «jamming» seguido de ese bonito «papipapipapichulo» en una pista de que era una plaza de toros. No se, estoy haciendo muchas cosas ya ves.
Y termine el libro de Urdaci que, junto a la Biblia, no esta nada mal como relato de (ciencia) ficcion. El se lo hace y él se lo come.
El principe deberia haberse casado con la modelo rubia tetona. Vivan las nordicas.
Alehop!
RAMADAN
No me hables muy alto que estoy de recogimiento espiritual. Hoy domingo.
Ayer no.
El viernes me fui a andar/vagar por barrios que solo habia visto de noche y con el vicio como vestido. Muy bonito todo. Me decidi entonces a subir y subir los escalones que llevan a lo alto de la colina. Casi me muero. Pero qué bonito. Y en un jardin tipo «ElJardinSecreto» encuentro un Cristo a tamanyo real. Y sigo su llamada, que me conduce a una pequenya capilla, la capilla de la SantaPaulina Y entro… y una mujer rezando, recogida para la oracion. Y yo puedo ser infiel, pero antes me tiro por la colina que la molesto, hombre. Y me siento… tuturu…ojeo un NuevoTestamento (en salmos eh) en francés. Entonces lo hago, me lo meto al bolso bajo la mirada inquisitiva de la SantaPaulina.
Ladrona.
Pero por la noche nos arrodillamos ante uno de los muchos puentes de esta bonita cuidad. No me preguntes cual porque ya habia comulgado un rato antes con el vicio, en forma de botellica de vodka barato. Y en medio del puente lo volvimos a hacer para dar gracias por el Erasmus. Preciosa bendicion. Luego, en una fiesta. Su tematica: la F. Si si, la F. El resto no te lo cuento porque tampoco te creas que lo tengo muy claro.
Presion. Porque el sabado hice una paella para nosecuantas personas, algunas de ellas desconocidas. Presion. Que asssssco de paella. Era una masa ingente de arroz. Incomible… Solo yo parecia darme cuenta. Pero en el fondo sabia que no era la unica que lo pensaba. Solo que aqui la gente es muy gentil. Mi Padrino intento consolarme pero ya era tarde… y la sangria si me habia salido muy buena. Eso lo puedo asegurar.
Pero alegria, que estamos de celebracion. Que es el ramadan y mi barrio se viste de gala. Y hay mercado con los productos que las matriarcas hacen en sus hogares. Una de esas matriarcas ha querido saldar su venganza por LaReconquista estafandonos por unas delicias de pollo. Al comérmelas se me ha olvidado. Y es que todos hermanos. El verdadero Evangelio deberia empezar por la comida. Los musulmanes lo saben. Anda SantaPaulina, déjate de misiones y hazme unos benditos dulces para que comulgue con tu fe.
No lo ves? Estoy de un espiritual…
LA VIDA ES DUPLEX
Y duplex es bienestar.
Es una cama, una cocina y un banyo (si, sigo sin enye porque sigo sin tecnologias).
Es un barrio maravilloso porque aunque sean las diez de la noche sigue habiendo gente. Ademas hay un monton de sitios donde hacen comida tipica francesa.
Es decir, hay un monton de kebaps.
Eso es porque vivo en el barrio arabe, poblado por Hassan. Y ojo, cuando utilizo el termino «Hassan» no me estoy refiriendo a una personalidad concreta, sino a un ente abstracto que representa a los cientos de hassanes que pululan por plaza en la que vivo. Y a finales de semana Hassan monta un mercadito en mi portal de ropa, zapatos y elementos varios y extranyos. Una vez vi unas Puma que no tenian mala pinta. Y es que Hassan sabe lo que se hace. Ah, y cuando he dicho en mi portal no te lo tomes a broma porque literalmente ese es el sitio que Hassan ocupa. Y yo encantada de la vida, qué entranyable es bajar en hora punta y ver todo repleto de Patriarcas hablando de la situacion en Oriente Medio… yo no los entiendo pero Rosa, que ahora estudia arabe, si. Bueno, lo intuye. Ademas de Hassan, esta su hijo, Ossama. Ossama a veces se dedica a cortar carne, a regentar un locutorio o a vender estupefacientes. Si me conoces sabras que estoy encantada con mi barrio. La pega: que Hassan mea en la calle y huele a pipi.
El otro dia el chico de nuestro locutorio preferido dijo que le sonabamos de vernos por ahi y yo, orgullosa del todo, le dije «nous sommes voisines», que es como decir que soy la del noveno.
Si. Rosa se ha apuntado a Arabe para hablar con los colegas del barrio. Y yo, que tengo colegas en Italia me he apuntado a Historia del Cine Italiano (no iba ser del Cine Brasileiro, claro). Y como tambien los tengo en Escandinavia pues el semestre que viene iré a Literatura Escandinava para que cuando viaje a Dinamarca/Helsinki pueda participar en los debates intelectuales de las gentes del Estado del Bienestar. En cuanto al curso en cuestion, te dire que he vuelto a mis origenes, estoy viviendo mi segunda pubertad. Pues si, Rosa y yo estamos en primero con gente tan descolocada como nosotras pero que sabe hablar francés. En toda clase universitaria que se precie siempre hay alguien machucho al que todos miran mientras se preguntan que narices hace sentado en esa silla con la edad que tiene. Bien, en clase de Lectura de Obras somos nosotras. Y nos hacen contar los planos en voz alta… eso es muy malo. Y el profesor cecea; por eso no me impone.
Tambien tengo que decirte que mis amigos de aqui van a la Universidad Catolica. Y eso es muy grande. Digo amigos porque todos son Ellos. No es que no haya mujeres en Lyon, es que creo que no nos quieren conocer. Se llaman Martin, Quentin, Pierre, Guillaume y Valentine. No, no es broma. Son divinos. Son un poco raros tambien. Y luego esta Georgen que es la version masculina de mi Erasmusita porque tambien es de Austria. Qué gran pais. Georgen nos lleva de excursion en su Wolgswagen verde por la ruta del vino… ya te habia dicho que era de Austria.
Y que a nadie se le ocurra preguntarme «qué te has comprado». Por ahora me compro comida y eso ya es bastante. Lo que sigo sin pagar es el metro y eso es de ser muy delincuente y espanyola, que aqui el metro lo paga hasta Hassan. Tampoco me preguntes cuanto me cuesta la academia de frances a la que me voy a apuntar para mejorar mi retorica, que siempre fue rica hasta que prové un idioma que no era el mio. Si me lo preguntas eres un maleducado/a.
Pero te lo dejaria pasar si vinieses a visitarme. Yo lo dejo caer.
Hasta otra.
HABITAT Y HUMANISMO
Lo logré, lo he hecho… he resurgido. Bueno casi.
Si te diho los tumbos que he dado no te lo crees, si te digo que me faltan algunos mas no me lo creo yo. Aqui no hay enye y los acentos estan raros asi que mira, no los pongo.
La primera parada de los monstruos fue en casa de una perra francesa cuyo gato intento acosarme sexualmente. Esta perra que tambien era un poco cerda porque de limpiar ella no sabia nada, me odiaba y casi me veo de patitas en la calle con mi maleta, mi portatil y mi todo. La soledad y yo, como decia esa cancion tan mezquina.
Hui. Que bien. Y fui a parar al extraradio de esta bonita ciudad, solo que el extraradio no es bonito sino una mierda. Ahora mismo me encuentro en lo que yo llamo ElBloqueSovietico. Las duchas y los aseos, comunitarios y sin luz. Sin nevera. Me he visto muy mal en ese sitio. Ya no, hecho mano de mi fortaleza interior y de la certeza de que dentro de poco no estare alli. Porque llamame burguesa, pero yo esperaba un poco de EstadoDelBienestar, que para eso lo de «liberté, égalité et fraternité»… o no?
Encime veo que mis patrones de conducta se reproducen, mi sino personal me persigue. Si algo malo tiene que pasar, tranquilo, que me pasa a mi. En el tiempo que llevo me han acribillado los mosquitos, se me han roto las gafas, ha llovido y yo sin paraplue, me han acosado varias veces elementos de distintas especies, no solo la gatuna.
Porque yo no he visto tanto iluminado como en Lyon. Lo mejor es cuando las viejas me rinyen porque no pillo ni papa. Dentro de poco va a dejar de servirme el recurrido «je ne comprende pas». Ha habido dias en los que hubiese sido mejor no levantarme.
Pero aqui hay mucho glamour. Que quieres que te diga… A la altura de mi abrigo. Y Rosa y yo, dos senyoras. Aunque nos emborrachemos como dos cosacas y acabemos durmiendo la mona en el sofacama de Goergen. Porque Georgen es nuestro HermanoErasmus cuyo amor fraternal nos subyuga hasta limites insospechados. Espanya ama a Gerorgen. Y Francia tiene Rey aunque sea una republica.
Punto y aparte merece tal personaje. Trato de honor. Porque nuestro Hermano Martin es lyones y tiene una deuda con Espanya. Habla con acento de Cadiz y nos saluda con un «hola chocho». Con el alcanzaremos la cumbre Erasmus, que no te digo cual es porque como dice Rosa, nosotras como los actores, no hablamos de nuestros proyectos por si se gafan.
Hasta ire a la opera. Y puede que lea a Sartre en francés y eso es muy grande. Seguramente no me catare de nada, pero dame tres meses que «petit a petit l’oiseaux fait son nide».
Cuando las cosas iban mal pensé en ti. Ahora que estoy bien pienso en llamarte y contartelo. Solo que no puedo.
JE SUIS VIVANT
O lo que es lo mismo; stop; I will survive.
Esto es una pesadilla erasmus; stop.
La gente habla un idioma raro. Stop
Nunca pense que no me ducharia en tres dias. Stop.
En una casa desconocida. Stop.
Pasara y resurgire de mis cenizas. Stop
FIN DEL PRIMER ACTO
Te acuerdas de cuándo te hablé de un tipo guay que se llamaba Alex con una abuela que era aún más guay? Una abuelita con la casa llena de pájaros disecados, vírgenes de madera y retratos que parecen hechos por el mismísimo Marqués de Sade. Una casa donde los pomos de las puertas hacen juego con el papel que cubre las paredes, que a la vez hace juego con mis abrigos. El micro universo de los estampados bucólicos. Cojines con escenas de la caza del pato. Creo que es lo más grande que he visto desde que llegué… Incluyendo los desayunos con mermelada en casas donde la figura de un negro a tamaño real te recibe en la entrada. Incluyendo las fiestas en abadías medievales.
Bien, pues hay otra casa. De tres pisos. En la nieve. Y el viernes nos fuimos para allá.
Orgasmando me hallaba solo de pensar en el interiorismo que me esperaba por descubrir. Quizás esa era la razón que me llevaba, últimamente, a tener sueños sucios. Quizá esa era la razón que me impulsaba a comprarme el Cosmopolitan. Y comprarse el Cosmopolitan es de calentufas.
Adivina quién esquió. Todos los demás. Mientras, Rosegarden y yo. Mientras, todos esquían luciendo sus esbeltas siluetas no mancilladas por los excesos del erasmus, “ahora a la derecha, ahora a la izquierda, cuánto estilo, cuan europeo soy”. Mientras, nosotras que nos hemos constituido como un todo unitario que lleva a cabo una misma empresa, cogemos una bolsa de plástico (que ya te digo que hubiese sido del Mercadona si en Francia hubiese Mercadona) y nos tiramos colina abajo como bárbaras sureñas.
Nuestro propio Rosebud prefabricado. Qué bonito y singular.
Y esta semana nos damos los regalos del amigo invisible. Qué emoción. Cuanta alegría prenavidad. ¿Y después de Navidad? Pues después se anuncia tormenta de la gorda. Si el año pasado casi se me va la pelota, pero de verdad (y esta cosa rosa da fe de ello), este no lo quiero ni pensar, me puedo ver de repente con un chaleco de fuerza. Será por razones distintas, eso si. En febrero simplemente no me depilaba y me compadecía de mi misma, en junio los acontecimientos me superaban y el tofu casi me destruye. Luego llegó el schock. Luego fui muy feliz. Y luego me vine.
Y aviso que voy a volver. Pero muy demacrada. Con quilos que no son míos.
El otro día hicieron redada en mi residencia que, como todo el mundo sabe, esta en el barrio de Hassan. Pero se ve que Hassan anda un poco revolucionado y trafica dentro de los confines de la Madama y su Cerda. Rosegarden se vio asediada en plena calle por la policía secreta y la pobre cobarde, al enseñarle ellos sus placas y sus chalecos antibalas, se chivó. El ruiseñor ha largado. Soplona, eso no se le hace a Hassan porque él nos ha dado mucho… qué más da un poco de economía sumergida. Han cambiado el código, mira por donde. Y mira por donde es el B0405. Venid todos y desvalijadnos. Somos las del ático del noveno.
A veces me enervo. Que no es lo mismo que enfadarse. Y a veces esa chica que vive conmigo, y que se autodenomina la princesa del pop, se indigna porque, según ella, ni Alberto ni yo la dejamos desarrollarse dentro del universo pop. Estamos celosos. Una chica que dice que Ellos es música de organillo y que a la vez admira a Pepe el Marismeño, que dejó la droga por su hijo (y por eso está hinchado como un globo de helio), no se si será pop o no, pero lo de princesa es, quand même, es un poco pretencioso. Yo he intentado que se desarrollase como chica alternativa y atormentada, pero me califica de purista solo porque no quiero que firme aquí como Pepe (el Marismeño).
Pido mantener unos mínimos de clase, es mucho? Pues mira, por eso va y me llama gilipollas… después de haberse auto complacido (como de costumbre) llamándose a si misma “joya en bruto”.
Psicopata New Age. Conflicto (inter) tribus urbanas.
Nos vemos, dentro de tres dias.
ALGODÓN
Hace poco tuve la oportunidad de elegir entre un gofre con chocolate y algodón de azúcar.
Opté por el gofre. Mal. Me dió angustia.
Me encanta el algodón de azúcar pero me da miedo comerlo porque parece muy grande e indigesto. Mentira. En realidad lo recuerdo delicioso.
Alguien robó para mí un trozo de algodón. Nunca me habían robado algo así. Gracias.
Tampoco había hecho autoestop tres veces seguidas (ni una), ni me habían rociado de vino. Nunca estuve tan a punto de morir despeñada desde una montaña.
Quizá nunca fui tan feliz como en esos momentos. O sí. Pero la nostalgia es un bicho que se te mete dentro y no se va, y yo sentí nostalgía por todo lo que aún no había ocurrido. Ahora, por las cosas que pasaron y por las que no.
Nunca tuve el lagrimal tan desarrollado ni tantas cosas en la cabeza.
La próxima vez que hablemos, yo ya estaré lejos. Y espero que viva.
Si quieres verme, da tres golpes con tus zapatos rojos y dí
«quiero estar lejos de casa» «quiero estar lejos de casa» «quiero estar lejos de casa».
VISTA PRELIMINAR
Desde siempre y debido a que mis biorritmos están fuertemente adaptados al calendario escolar/universitario, el año dura lo que dura un curso academico. No hay mas. Nochevieja es solo puro teatro porque no siento que nada empiece. Ni punto de comparación con cuando voy a los chinos a comprarme bolis de estreno, eso sí es empezar una etapa porque tiro los viejos (aunque estén para usar) y adquiero unos nuevitos del todo. Y miro los horarios y pongo pegatinas en las fundas con cada una de las asignaturas. Es el inicio de algo. El verano es, por tanto, un largo letargo caracterizado por el alcohol (mucho), el calor, las siestas y un cierto aburrimiento. En mis veranos basicamente no pasa nada: son como un limbo, estoy pero no estoy.
Este verano ha sido/es diferente, por lo corto y por lo intenso. No he hecho nada especial y no he parado quieta. Entre fiestas de disfraces, burocracia, lecturas y Sexo en N.Y. Sin pausa y sin prisa.
He tenido dos fiestas de disfraces. En la primera iba disfrazada de Olivia Newton John (a lo SandyVirginal) y en la segunda de SuperMartirio. La primera fue en una montaña abandonada de la mano del señor donde perfectamente podría haberse escondido JasonX y matarnos a todos. Ya sabes, nunca digas «ahora vuelvo» porque ya no vuelves… Y comí hamburguesas cuadradas. Y conté mi teoría sobre la similitud existente entre el laberinto de Alicia en Eurodisney y la eyaculación masculina. Y comparé a Meliès, estando yo (por supuesto) en un estado lamentable de ebriedad, con Steve Urkel. La segunda fue en una gran mansion muy al estilo Hitchcock, con retratos al oleo y todo. En la vida que yo tengo pensé que peinaría mi flequillo con un peine de plata. Pero lo mejor no es que fuera de plata, es que era como el de mi casa, de los veinte duros (de los «60 céntimos»), pero llevaba una especie de funda de plata en el mango y reposaba, que bonito, sobre una bandejita que era de plata también. Me autodescubrí en esa fiesta, o me descubrieron ótros y me echaron. Me di cuenta de que soy una zorra… con carisma, eso sí. Una zorra con carisma. En la vida que yo tengo. Pero me bañé en bolingas.
No me estoy culturizando mucho. Leo sobre teorías del cine, algo es algo. Y tiene merito además, que retomar Walter Benjamin en verano es como para cortar la leche con nesquick del desayuno. Soy capaz de todo antes que sentarme a estudiar los verbos irregulares en francés. Oye, que hay muchos. Y el otro dia me puse un documental sobre Kubrick de tres horas. Hay demasiados verbos irregulares. También veo Sexo en N.Y., ya lo he dicho. Ni me hace falta la TeleIndiscreta porque en el Cosmopolitan solo ponen eso. Y Ana de las Tejas Verdes («mi vida es como un cementerio de ilusiones enterradas»). Incluso llegué a encontrar un paralelismo entre mi vida y la de Carrie Bradshow. Penoso. ¿Te he dicho que aprobé catalán oral y escrito? Pues lo aprobé.
El cumpleaños de FlyGiar me dejó un bonito regalo en forma de ganglios en la garganta. La visita de Ana y Meliès, un «bonito» bronceado tipo cócktel de gambas con salsa rosa. La cena en el chino con mis amiguitas, la fiebre del «PolloPimpollo». Soy una pupas, mi cuerpo se acomoda a la vida fácil con mamá. Llegó un momento en el que las tres cosas se me juntaron y solo me faltaban los estigmas: la piel se me caía a pedazos, la garganta me arañaba y la urticaria no se iba. Porque tuve urticaria, que fuerte, que tuve que ir a urgencias a que me pincharan en el pompis. En la vida que yo tengo.
Y mi madre tiene novio. A veces le tocan el timbre y me dice «me bajo, dentro de un rato subo» y se va a pasear con su enamorado que es nuestro persianero. Yo no lo he visto, pero ella dice que es feo. Está más delgada, más guapa y más feliz. Está más de todo. Y me acompaña a Mango y se compra lo mismo que yo, dice que quiere ser moderna. Reconozco que es un poco raro… pero se veía venir cuando le dió por cambiar los muebles de toda la casa. Ahora compra enanitos de jardín y los coloca en el salón.
Pero se hace corto, todo se hace corto. A veces me quiero ir de verdad, pero solo en momentos puntuales en los que estoy agobiada. El resto del tiempo es como si me fuese un mes de vacaciones. Voy a hacer la cartilla sanitaria europea y el hombre que me atiende me mira y me dice «¿para qué te la haces, te vas de vacaciones?» «No, me voy a estudiar un año» «Ah…, pues entonces sí». Claro, es que a lo mejor me sale urticaria en Francia ¿tendrán PolloPimpollo allí?
No me puedo quejar, me iré a Lyon habiendo tenido, por lo menos, un momento especial con cada una de las personas a las que voy a echar de menos. Y muchas fotos. Me iré dejando cerrado algún asunto que nunca imaginé que concluiría, que pensé que me perseguiría hasta mi vuelta. Me iré, del mismo modo, dejando cosas sin acabar, a medias. Y cosas sin empezar. C’est la vie.
BICHITOS Y MUTANTES
Una cosa. Últimamente la gente sueña conmigo. Sandra me dijo que me había visto mientras dormía, saltando por un barranco mientras ella, en vano, trataba de salvarme. Y yo me reía le decía que era divertido, que lo probase. Ella lo pasó mal pero por lo que se ve una no puede decir lo mismo. Y es muy curioso porque de pequeña yo solía soñar que me tiraba del balcón de casa de mi abuela, sentía un poco de vértigo al caer y luego me metía por la ventana y aterrizaba plácidamente en mi cama. A mi me parecía gracioso. Como graciosos son los niños, el algodón de azúcar y bailar un vals improvisado por la calle contigo, por absurdo que parezca todo eso. También es gracioso despedirme dramáticamente de vosotros para que nos volvamos a encontrar y alargueeeemos el adiós eternamente. Todavía me queda tiempo para tabular, formatear, ver películas y tomar horchatas con algunos. Yo ya no se cuando es en serio, así que haré como si nos volviesemos a ver durante el verano (guiño).
No es tan gracioso que un ser extraño como Navarra te diga que has aparecido dos veces en sus sueños. Y que luego matice que él nunca sueña con personas y menos con mujeres. Si a esto añadimos que no quiso especificar qué narices hacía yo por ahí en medio y me reprochó que no lo volviese a hacer una, como mínimo, se pregunta qué está pasando. Y como en mi casa hay bichitos feos que aparecen por la noche me voy a casa de Navarra, que también es casa de Alberto, a dormir en la cama del tercer compañero, que es el más vicioso de los tres y que, por suerte, no está en la casa y por lo tanto en su cama. El otro día me traumaticé cuando vine tarde y con hambre a casa: fuí a la cocina y estaba llena de bichitos feos (que nunca salen de ahí) por lo tanto cerré la puerta, no cené, y desde entonces creo que no he vuelto a entrar. Así que gracias a los que me acojeis en vuestras casas. Bueno, la verdad es que, bichos aparte, tampoco me apetece estar sola. Quizá esa sea la razón fundamental. Aunque los bichitos…
Hoy he tenido un despertar agridulce. Lo agrio ha sido que Navarra entre, se siente y se quede mirando fijamente mientras me quito legañas: «me das miedo». Lo dulce, peinarme el flequillo con un tenedor, como LaSirenita.
Dentro de poco ya no habrá ni Navarra, ni VecinoModerno, ni Màxim/Jennifer… Aunque este vivirá con su Mamipato durante el mes de Julio. Y despues puede que muera. O no. Mi madre, por lo pronto, ya me ha recriminado que «de hija solo te tengo a ti». Se ha desentendido completamente cuando le he dicho que tendrá que limpiar su jaula. Traidora y macrobiótica madre. He descubierto, sin embargo, que en realidad la admiro. Bueno, no es que la admire en el sentido más estrico, sino que le reconozco el mérito. No el mérito de aguantarme (que también) sino el de su vida en general. Nada, es algo que pensé no hace mucho.
Como conclusión y despedida pre-verano, solo tengo que decir que encantada de conoceros. Tanto a los que me esperan para tomar helados y poner las cosas en su sitio (ejem) en aquella ciudad con palmeras, como a los que se quedarán repartidos más cerca de Rita Barberá. He descubierto que es bonito intuir que caes bien, pero es mejor todavía que te digan que te quieren, borrachos o no, con timidez o no, siendo más verdad o más mentira. Pones tu mejor cara de tonta, miras hacia abajo y sientes el pecho henchido de orgullo. Dentro de ser «mala persona», algo habré hecho bien.
Porque algunos son como mutantes, que cambian y cambian pero te dejan participar. Y otros como los bichitos de mi cocina, que salen de la nada, cada vez son más grandes y no se irán nunca.
P.D. Mi intención inicial no era compararos con mutantes y bichos, pero mira… una empieza y no sabe donde acaba.